Las cabinas tipo shelter son uno de los productos con los que conseguimos diferenciarnos en Mecanizados Delinte. Trabajamos con cabinas de diseño propio que aplicamos principalmente a los sectores medioambiental y analítico. Son numerosas las empresas que, a lo largo de 30 años, han valorado muy positivamente nuestros esfuerzos y la calidad de nuestro trabajo, como por ejemplo, Repsol, BP, Cepsa, Exxon Mobile, Lukoil, Técnicas Reunidas o PEMEX.

Cómo son las cabinas tipo shelter

Shelter es una palabra inglesa que podríamos traducir al castellano como “refugio”. Shelter sería una estructura que tiene la función de proteger de la intemperie. El término se emplea también con el sentido de contenedor, ya que se encarga de albergar y de resguardar los equipos que se recogen en su interior.

La utilidad de las cabinas tipo shelter se extiende prácticamente a todos los ámbitos de la producción. En función del uso que se les vaya a dar las cabinas tendrán una serie de necesidades que nosotros adaptamos a la hora de fabricar. En cuanto a los tamaños nos movemos en dimensiones que van desde 2000x1500x2500 (WxDxH) mm hasta 14000x2800x2700 (WxDxH) mm.

Un ejemplo de cómo son las cabinas que fabricamos en Delinte lo encontramos en cabinas de medición de la calidad del aire, que se encuentran repartidas por toda la geografía española y también en muchos puntos fuera de nuestro país. Este tipo de cabinas tienen que albergar toda la aparatología que se encarga de medir tanto los contaminantes químicos como los parámetros meteorológicos. La contaminación del aire se ha convertido en una de las principales preocupaciones de nuestras ciudades, por eso es importante contar con sistemas de control adecuados. En este sentido, nuestras cabinas albergan los equipos que recogen de forma automática la información básica para la vigilancia de la atmósfera.

Materiales para crear las cabinas tipo shelter

Para cumplir su función las cabinas tipo shelter tienen que ser lo suficientemente resistentes y robustas, para poder hacer frente tanto a las inclemencias atmosféricas así como a los posibles actos vandálicos. En este sentido, en Delinte trabajamos con los mejores materiales de alta calidad procedentes de países de la Unión Europea. También empleamos  aislantes térmicos de los principales fabricantes que garantizan las especificaciones requeridas. Contamos con un método propio de fabricación y montaje que favorece una construcción robusta.

Dependiendo de los casos, utilizamos para su construcción acero galvanizado o acero inoxidable. El acero galvanizado es aquel que sufre un proceso de inmersión en caliente con zinc fundido. Se genera así en la superficie una capa de zinc que evita que se oxide. Por su parte, el acero inoxidable tiene un proceso de fabricación por el que a través de un conjunto de transformaciones se van fundiendo las materias primas hasta obtener las piezas del espesor y diámetro deseado. Es un material resistente a la corrosión por un singular proceso que, explicado de modo simplificado, consigue que las moléculas de óxido de cromo restauren de inmediato cualquier rasguño del metal.

Nuestras cabinas se aíslan con lana de roca. Se trata de un aislamiento de tipo mineral que utiliza dos materias primas: las rocas basálticas, que tienen un origen volcánico, y el mineral de coque, procedente del carbón. La ventaja principal de este material es su carácter ignífugo. Además, es un excelente aislante acústico y también térmico.

Las cabinas shelter llevan un acabado pintado y se adaptan siempre a las condiciones medioambientales y sísmicas de las zonas donde van a ser colocadas. Por supuesto, su construcción y dimensiones se ajustan a las necesidades expresadas por el cliente, en función de los equipos que necesite albergar en su interior. Además este tipo de cabinas pueden ser trasladadas de manera sencilla.